El fraguado de hormigón, en el que desarrolla paulatinamente su rigidez y resistencia, es un proceso exotérmico. El calor desprendido se disipa con rapidez en estructuras delgadas, pero su difusión es lenta en estructuras de dimensiones importantes en todas las direcciones.
Las presas de hormigón son un ejemplo típico de estructura sensible a este problema. Los aumentos de temperatura conllevan dilataciones térmicas en el núcleo central que pueden fisurar las zonas superficiales de la presa, cuya temperatura se mantiene más baja.
Para establecer las dimensiones de las tongadas de hormigón y el ritmo de vertido es necesario tener en cuenta estos fenómenos, de forma que pueda garantizarse el resultado buscado. Principia tiene experiencia en realizar los análisis transitorios correspondientes, resolviendo el problema térmico-mecánico a lo largo del proceso constructivo.
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