Aunque existe constancia de ingeniosos artificios mecánicos, e incluso alguna mención a autómatas primigenios, no fue hasta principios del siglo XVI cuando Leonardo da Vinci diseñó y construyó un león mecánico de tamaño real capaz de caminar, en lo que podríamos considerar el primer robot animatrónico de la historia.
La imaginación y el genio creativo de Leonardo lo hizo posible, y en épocas más recientes la habilidad de numerosos ingenieros de efectos especiales. Éstos han dado vida a King Kong o a alguno de los dinosaurios de Parque Jurásico, dotando de inusitado realismo a muchas películas que no hubiesen sido posibles sin ellos, o permitiendo ofrecer espectáculos terroríficamente reales en parques temáticos.
El diseño mecatrónico en general, y la animatrónica en particular, ha avanzado enormemente gracias al desarrollo tecnológico y la disponibilidad de soluciones de software de simulación cada vez más potentes. Sólo hace falta imaginar el reto que puede significar construir un dinosaurio animatrónico de 4 ó 5 metros de altura, con un peso de más de 10 toneladas, y que sea capaz de desplazarse autónomamente.
La simulación asistida por ordenador cobra aquí todo su sentido. Hay que ser capaz de conjugar semejante “monstruo” dimensional con el elevado número de grados de libertad que han de tener sus componentes para facilitar los movimientos, teniendo en cuenta los esfuerzos mecánicos generados. Los modelos tridimensionales creados deben ser capaces de evaluar los movimientos y tensiones que puedan desarrollarse en un sistema mecatrónico tan complejo.
El software de simulación permite detectar y resolver los desafíos que presenta el diseño mecatrónico sin necesidad de realizar costosos prototipos y ensayos sobre el terreno.
El software de simulación permite identificar y determinar los valores de rigidez de la estructura con el adecuado amortiguamiento que facilite el desplazamiento, tanto desde el punto de vista del comportamiento individual de cada componente como considerando el robot animatrónico como un todo.
Y como la seguridad también es un factor importante, a través de la simulación puede predecirse qué sucedería en el caso de que uno de los componentes individuales fallase o tuviese un problema. Se podría determinar cómo afectaría el fallo a la estabilidad del robot y, de este modo, permitiría sistematizar una gran variedad de escenarios reduciendo así los riesgos potenciales.
El software de simulación permite detectar y resolver todos estos desafíos que presenta el diseño mecatrónico, sin necesidad de realizar costosos prototipos y ensayos sobre el terreno.